top of page
Alejandro Deustua

América Latina en el 2017

Entre un extremo amenazante (el coercitivo neo-mercantilismo norteamericano) y otro perturbador (la fractura estatal venezolana) América Latina debería protagonizar este año una cierta recuperación económica y mayor convergencia política.


Escapando a un escenario contractivo (-1.4%) la región debería experimentar un tenue crecimiento (1.2%, BM) marcado por mejores condiciones externas y el reflotamiento de sus economías mayores (Brasil debería salir de la recesión, Argentina debería capitalizar la apertura y el ordenamiento económico) aunque México reduciría algo su nivel.


Pero el impulso de estas economías no tendría la fortaleza requerida para generar arrastre (0.5% en Brasil, 1.8% en México) ni su entorno político garantiza que ese mejora sea consistente. Argentina podría ser una excepción (2.7%) a la luz de la creciente confianza de los agentes externos y de mayor inversión. Pero la paciencia pública con el ajuste gradual y las reformas no son inagotables.


Además la corrupción, el descontento popular y la fragilidad institucional explican que la presidencia del señor Temer siga estando en cuestión. Y en México la revuelta social se suma a los costos de la lucha contra el crimen organizado y a la hostilidad del Sr. Trump erosionando el margen político del Sr. Peña Nieto.


Esa situación colocaría a las economías medianas en el rol de locomotoras regionales. Pero Chile crece tenuemente de cara a un proceso electoral sin grandes líderes ni confianza qué destacar. Colombia disfruta de mejores perspectivas económicas que la difícil implementación del acuerdo con las FARC y la persistencia opositora puede aún ensombrecer. Y aunque Perú destaca sobre sus vecinos, dudas sobre el concurso de la inversión y el proceso contra la corrupción mantienen ciertas incertidumbres. En ese marco el empuje interno que necesita la región para multiplicar el crecimiento no parece determinante.


Y aunque Suramérica no es una zona de influencia norteamericana, México sí lo es en las buenas (la evolución del NAFTA que hoy sería renegociado) y en las malas (la desinversión activada por el Sr. Trump y la coacción ya evidente del proteccionismo). Bajo estas condiciones México puede salir de la ecuación del progreso complicando la perspectiva regional y la de sus mejores instrumentos (la Alianza del Pacífico).


Cerrando la pinza norteamericana, el vacado Sr. Maduro seguirá añadiendo petróleo a la pira venezolana complicando la posibilidad de que el gran desastre (una contracción de -11.6%) devenga en un desastre atenuado este año (una contracción de -4.3%) en medio de una escalada confrontacional mientras la región sólo espera.


A estos desafíos América Latina añade el de revertir el fuerte deterioro de su inserción. Primero debe superar el último lugar de crecimiento entre sus pares y la persistente caída de sus exportaciones (-8.5% el 2016). Luego debe reactivar fuertemente sus exportaciones intra-regionales (-15% en 2016). Aunque de tumbo en tumbo la integración diversificadora sigue siendo una necesidad en el área.


4 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo

Enlodados

Para cambiar el orden político del país no es necesario hoy ni golpes de Estado ni alteración sustantiva de la correlación de fuerzas...

Corrupción

Hace pocos días el fiscal general brasileño Rodrigo Janiot establecía en la TV peruana el status del país en la lucha contra la corrupción

Comments


Logo Contexto.png
Header.png
bottom of page